De mis siembras y cosechas quiero dejar testimonio por estas páginas. A ver qué sale....
martes, 21 de julio de 2009
A la mujer en el espejo
Llueve y me atrapa la melancolía. No la tristeza, sino una dulce melancolía invernal.
Te queda muy bien ese nuevo color de pelo. ¿Te lo dije esta mañana? Lo importante es que no cambiaste porque estuvieras deprimida, angustiada, decepcionada, perdida en ti misma sin saber cómo encontrar el camino de regreso al centro de tu alma. Esta vez es solo porque te gusta cambiar, porque te asusta la rutina, porque sí, porque te la gana.
Llueve como una plegaria, sobre el árbol desnudo que custodia mi ventana, sobre el asfalto, sobre las plantas de mi balcón, sobre mi melancolía y la tuya. Y ahora que lo pienso, es un buen momento para pedirte perdón. Sí, de verdad, deja ya esa sonrisa irónica, escéptica. Perdón por las veces que te insulté de la peor manera desde este lado, por los días que te hice llorar, perdón por exigirte hasta el límite de tus fuerzas solo para que los demás te vieran tal cual ellos querían verte. Perdón por olvidarme de ti cuando más me necesitabas. Perdón por no quererte lo suficiente, por castigarte, por culparte de casi todo.
Pero eso ya pasó ¿verdad? Ahora, en este ahora, te quiero y te acepto tal cual eres: rebelde hasta la tumba, irónica, temperamental, miedosa, generosa, confiada, solitaria, alegre, malhumorada, intolerante con la estupidez humana, con los injustos, con mi tío el misógino, con los que se te pegan a la nuca en la fila del supermercado, con los que no aceptan un solo “NO” por respuesta, con los intolerantes…
Estamos en sintonía, al fin, compañera de todas las rutas. No podría ser de otra manera. Somos las herederas de Los Beatles, luchadoras incansables, atrevidas ante la vida, mujeres que saben recoger los pedacitos de sus amores contrariados y armarlos nuevamente, cada día.
Llueve como si el cielo no tuviera otra cosa que hacer. Tanto así que parece que están buscando dos ejemplares de cada especie para subirlos al Arca.
Y ahora tengo que dejarlos; están tocando el timbre de mi puerta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gotas de lluvia
Incontables gotas de lluvia deciden morir en mi ventana. Se estrellan con furia para luego resbalar en un largo dejarse ir. Cal...
-
¿Cómo tener confianza en una mujer que le dice a uno su verdadera edad? Una mujer capaz de decir esto es capaz de decirlo todo. Osca...
-
Seguramente cada persona tendrá una respuesta distinta en cuanto al olor de las flores de la retama, xesta en gallego. Para mi compañe...
14 comentarios:
Carmen excelente!!!
Gracias cielo por dejar tan bello comentario en mi blog, es cierto empleamos mucho tiempo en buscar la felicidad y esta ahi, tan cerca!!!
De todas maneras este pequeño momento contigo misma, con el espejo si asi lo he entendido, es genial!!!
Cuantas veces, lo sentí, eso de querer cambiar por fuera cuando en ralidad el cambio debe ser interno y quizas ni eso, acostumbrarnos ya aceptarnos, porque asi somos y asi debemos querernos!!!
Mil besos llenos de luz cielo!!!
Me encantooooooooooooooooooo. Felicitaciones como siempre.
Día de tormenta e melancolía. Ideal para reflexionar...
Gustoume o da chuvia sobre a árbore núa ;-)
Un bico.
Antón.
Gracias Sol por visitarme. Y entendiste bien. Ayer era un día especial para la introspección.
Desde ya me tendrás como asidua visitante de tu blog, pues me gustó muchísimo.
Un abrazo
La lluvia resbalando por la desnudez de mi árbol amigo es una escena en la que me puedo quedar por mucho tiempo. Digo que es mi árbol amigo porque lo tengo justo enfrente de mi casa. Es mi referente con la naturaleza, con las estaciones. En cada una de ellas (desnudo, con renuevos o poblado de intenso follaje) es hermoso.
Un bico Antón
Gracias Maru, querida amiga.
Un abrazote
Somos tan exigentes con nosotros mismso, que de vez en cuando es necesario hacer una tregua y aceptárnos. Superviviencia, se llama.
Sería una pena no haber aprendido a lo largo de nuestra vida que si no nos aceptamos a nosotros mismos, si no aprendemos a querernos y a valorarnos más allá de nuestros defectos, tampoco podremos aceptar a los demás, a los otros, a quienes nos rodean.
Un abrazo, Raúl, y gracias por visitarme.
Me gusta.
Gracias por tu visita, Angus.
Un abrazo
Bravo por ti!!! Somos pocas/os los que nos atrevemos a enfrentarnos con la/el del espejo.
Un beso
YEs yes yes
Gracias por visitarme Danilo. Anduve por tu blog y me gustó mucho.
Un abrazo
Recien lo leo, disculpame la demora, pero sin temor temor a equivocarme creo que te describiste tal cual sos, rebelde, cambiante y con ganas de vivir a tu modo.
Es excelente este relato.
Te felicito
Me encanta y no cambies nunca, te quiero asi, LOCAAAAAAAAAAA
Bicos
Publicar un comentario