lunes, 17 de mayo de 2010

Día das Letras Galegas

Co permiso dos habituais lectores castelán falantes deste blog, hoxe quero homenaxear ás letras galegas, e como non podería ser doutra maneira fágoo na miña lingua nai, a primeira que falei e a primeira que escoitei cando abrín os ollos ao marabilloso mundo de Península do Salnés (Pontevedra) un día de hai uns cantos anos. Tamén foi a lingua coa que crucei o Atlántico rumbo á emigración, e a que sigo falando e escribindo, pois forma parte da miña identidade.
Tamén quero homenaxear a Uxío Navoneyra, o bardo de O Courel, a quen este ano a Real Academia Galega adícalle o día da nosa lingua. Sen dúbida Navoneyra é un profeta da súa (nosa) terra e a ela e á súa paisaxe dedicoulle o berce das súas letras.
Oxalá a lingua galega siga medrando no pobo, que é alí onde naceu, onde viviu e onde vivirá, sen importar o que digan os agoireiros.
Oxalá as letras galegas se convertan cada vez máis no libro galego.
Oxalá hoxe sexa un día de festa en toda Galicia e nos infinitos recunchos do mundo onde os galegos exercemos de galegos, orgullosos da nosa terra e da nosa fala, agarimosa lingua feita para o amor e a lírica.
 

viernes, 14 de mayo de 2010

Nada

Estoy melancólica, o algo así.
Decía Víctor Hugo que la melancolía es el placer de sentir tristeza. Pero yo no me siento triste, ni tampoco alegre, ni bien ni mal. 
Ciclotímica, abúlica, descorazonada, así me siento. Me importa todo y no me importa nada, de nada.
Quizá me invadió la vagancia, la desidia, la apatía, dejadez, negligencia, desgana, holgazanería... Todos sinónimos de lo mismo: no tengo ganas de hacer NADA. Excepto sentir, ver, palpar cómo las horas se escurren como si fueran segundos, transformándose en días que no van a ningún lado.
Deambular por el tiempo sin rumbo ni propósito, así ando yo en esta ¿etapa?
Si solo es una etapa en el camino, mi camino, como creo que es, pasará más tarde o más temprano. Lo que me preocupa es sentir que “estoy perdiendo el tiempo”. ¿O será que en nuestro camino hay una cuota de tiempo solo para dejarlo ir sin más, para mirar pasar el tren sin importar quien baja o quien sube, ni de donde viene o a donde va?
Quiero pensar que algo aprenderé de esto que me pasa, pero aún no acierto a saber qué es. Ni tampoco me importa ¿o sí?

martes, 4 de mayo de 2010

Hay días...


Hay días que anuncian felicidad y esperanza en los tejados del alma.

Hay días con abrazos a traición, largos y apretaditos, cuando menos los espero.


Hay días que al visitar los sueños que habitan los arrabales de mis desvaríos, decido seguir soñando.


Hay días que tu recuerdo araña mi piel lentamente, perdidamente, corazón, aunque estés a mi lado.


Hay días que doy fe que existen los abedules, las almas buenas y la incandescente curiosidad de tus ojos de almendra.


Hay días que procuro poesía debajo de las piedras, debajo de tu piel, debajo de mi memoria condenada a invocarte.


Hay días que me emborracho sin emborracharme, pensándote, corazón, bebiéndote y pensándote.

Gotas de lluvia

Incontables gotas de lluvia deciden morir en mi ventana. Se estrellan con furia para luego resbalar en un largo dejarse ir.   Cal...