viernes, 14 de mayo de 2010

Nada

Estoy melancólica, o algo así.
Decía Víctor Hugo que la melancolía es el placer de sentir tristeza. Pero yo no me siento triste, ni tampoco alegre, ni bien ni mal. 
Ciclotímica, abúlica, descorazonada, así me siento. Me importa todo y no me importa nada, de nada.
Quizá me invadió la vagancia, la desidia, la apatía, dejadez, negligencia, desgana, holgazanería... Todos sinónimos de lo mismo: no tengo ganas de hacer NADA. Excepto sentir, ver, palpar cómo las horas se escurren como si fueran segundos, transformándose en días que no van a ningún lado.
Deambular por el tiempo sin rumbo ni propósito, así ando yo en esta ¿etapa?
Si solo es una etapa en el camino, mi camino, como creo que es, pasará más tarde o más temprano. Lo que me preocupa es sentir que “estoy perdiendo el tiempo”. ¿O será que en nuestro camino hay una cuota de tiempo solo para dejarlo ir sin más, para mirar pasar el tren sin importar quien baja o quien sube, ni de donde viene o a donde va?
Quiero pensar que algo aprenderé de esto que me pasa, pero aún no acierto a saber qué es. Ni tampoco me importa ¿o sí?

7 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Creo que no deberías obsesionarte con aprovechar el tiempo.
Eso te generará un strés que te acabará haciendo daño.
Hay etapas más contemplativas que otras.
No te preocupes demasiado.

Besos.

fonsilleda dijo...

Queridiña, cómo te comprendo.
Sabes que yo estoy más o menos igual.
A la primavera le echo toda la culpa pero ¿la tiene la dichosa astenia?, no lo sé francamente.
Pasará, lo sé, te pasará a ti y a mí también.
A veces me conformo mirando una flor, cualquiera y otras, simplemente me dejo ir.
Bicos de comprensión absoluta.
Aprenderemos, seguro.

Poseidón dijo...

Hola Carmen,

la melancolía como la "saudade" tiene eso tb como dice Victor Hugo el placer se sentir tristeza y eso nos pasa a todos o por lo menos a muchos de nosotros...

T e deseo un feliz fin de semana

un beso

Sabela dijo...

Has escrito esta reflexión con la que todos nos sentimos identificados en algún momento. ¿Te das cuenta de que eso ya significa que no tiras el tiempo por la borda? También es bueno aminorar de vez en cuando, pensar en dónde nos encontramos o hacia dónde queremos ir.

UNHAS APERTIÑAS PARA AFOGAR ESA MELANCOLÍA!

Chousa da Alcandra dijo...

A pesares da túa confesión e autoinculpación melancólica; eu véxote sensible e viva.
Non considero que perdas o tempo. Ademáis, se así fose, o tempo...tamén está para deixalo pasar de cando en vez. Ou non?

Bicos na víspera do día das Letras

Malena dijo...

Mi querida Carmen: Creo que de vez en cuando todos pasamos por esas etapas pero lo principal en estos casos es no planternos nada. Tenemos todo el derecho del mundo a pasarlas sin sentimientos de culpabilidad porque dejamos pasar el tiempo.

¿Sabes? Yo creo y estoy convencida de que esas etapas son como un descanso en el camino para renovarnos y coger nuevamente fuerzas.

Me ha gustado esa definición de melancolía y vuelvo a repetirtelo porque lo siento así: Tenemos todo el derecho a dejar pasar el tiempo porque es un stand by para la siguiente etapa.

Mil besos y mil rosas Carmiña.

Eva Magallanes dijo...

Hola Carmen, ay, esos estados del alma... dejarlos, ni aferrarse a ellos ni rechazarlos ni juzgarte. Como llegan se van. Y no creas que lo digo sin conocimiento de causa, fui por años una depresiva crónica. Ese es el peligro, dejarse atrapar crónicamente por esa "nada". He ido aprendiendo que las emociones son como el oleaje del océano, vienen, crecen, explosan y se van; ese es el flujo y si algo en esa dinámica funciona de otro modo, enfermamos. Detrás de la melancolía y la nostalgia siempre hay pena y rabia aunque las tengamos bloqueadas o disfrazadas de otra "cosa". Recuerda: tu diriges tu mente, la felicidad, la calma, la motivación es una disposición interna más que el resultado de factores externos.
Pd: aún desde la nada escribiste este post sobre la nada ¿eh?

Un abrazo bien grande y que la ola se retire dejando una limpia arena para ti.

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