Ante un hecho que me ha tocado vivir en estos días tomé la firme decisión de dejar por escrito cómo quiero que me traten cuando mi vida llegue a su fin, que espero que sea dentro de muchos años.
A mi familia, a mi pareja, es decir,
a mis amores:
En cuanto mi alma abandone el cuerpito que Dios me dio, éste será convertido en cenizas inmediatamente y puesto en una caja transparente (recuerden que soy claustrofóbica) que presidirá la fiesta que me será dedicada.
Porque quiero una fiesta y no un velatorio como despedida de la que fue mi vida terrenal. A esta reunión festiva concurrirá la gente que me haya amado (poco, mucho, no importa pues no vamos a andar midiendo el cariño) y que sientan que mi paso por sus vidas les dejó una huella de amor, de simple afecto y de mucha alegría.
Deseo que en una pantalla grande se pasen imágenes de mí, feliz, emocionada, contenta y riéndome a carcajadas como me gusta (el presente es obvio, todavía estoy por aquí y no puedo verme en pasado) y rodeada de mi familia, de los seres que amo, es decir de “mis amores”, como yo les digo. También quiero música: rock, algún bolerito, el sonido de una gaita, que no falte la pandereta, una rumbita catalana, pero siempre bien arriba el ánimo, que esto-aquello no es-será un velatorio, repito.
Si quieren bailar, me encantaría que lo hicieran, pues ya saben lo que me gusta mover el esqueleto al compás de la música. Y algo para comer no viene mal en una fiesta que se precie, pero sobre todo lo que no tiene que faltar en generosas cantidades es un buen vino para brindar por mí, por los presentes, por los ausentes, por la vida, por lo que quieran pero siempre bien arriba esa copa, que mi paso por este mundo merece un brindis y no una lágrima, creo yo. Y los que no piensen lo mismo que se vayan a un velorio de cuerpo presente, llantos sin fin y mucho café.
Luego, cuando lo crean conveniente, esparcirán una parte de mis cenizas allí donde nací, en el monte alfombrado de helechos, flores y árboles que dan sombra, cerquita si es posible donde también está mi madre. Lo que quede (lo dejo a vuestra consideración, que otro remedio me queda) lo esparcirán donde quieran y les parezca que va con lo que fueron mis gustos en vida.
Si quieren extrañarme son libres de hacerlo pero les ruego que no lo hagan con tristeza, pues eso agobiaría mi alma allí donde se encuentre. Los amo demasiado como para que la última de mis acciones les agregue un dolor a sus vidas.
Ah, espero que lo cumplan, porque ya saben lo pesada que me pongo cuando se me contradice.
Los amo más de lo que suponen
PD: Adiós tía Dolores. Mi homenaje para usted, mujer valiente, generosa y solidaria. Gracias por dejarme el ejemplo de su vida, de su fortaleza y la luz de su sonrisa.
Porque quiero una fiesta y no un velatorio como despedida de la que fue mi vida terrenal. A esta reunión festiva concurrirá la gente que me haya amado (poco, mucho, no importa pues no vamos a andar midiendo el cariño) y que sientan que mi paso por sus vidas les dejó una huella de amor, de simple afecto y de mucha alegría.
Deseo que en una pantalla grande se pasen imágenes de mí, feliz, emocionada, contenta y riéndome a carcajadas como me gusta (el presente es obvio, todavía estoy por aquí y no puedo verme en pasado) y rodeada de mi familia, de los seres que amo, es decir de “mis amores”, como yo les digo. También quiero música: rock, algún bolerito, el sonido de una gaita, que no falte la pandereta, una rumbita catalana, pero siempre bien arriba el ánimo, que esto-aquello no es-será un velatorio, repito.
Si quieren bailar, me encantaría que lo hicieran, pues ya saben lo que me gusta mover el esqueleto al compás de la música. Y algo para comer no viene mal en una fiesta que se precie, pero sobre todo lo que no tiene que faltar en generosas cantidades es un buen vino para brindar por mí, por los presentes, por los ausentes, por la vida, por lo que quieran pero siempre bien arriba esa copa, que mi paso por este mundo merece un brindis y no una lágrima, creo yo. Y los que no piensen lo mismo que se vayan a un velorio de cuerpo presente, llantos sin fin y mucho café.
Luego, cuando lo crean conveniente, esparcirán una parte de mis cenizas allí donde nací, en el monte alfombrado de helechos, flores y árboles que dan sombra, cerquita si es posible donde también está mi madre. Lo que quede (lo dejo a vuestra consideración, que otro remedio me queda) lo esparcirán donde quieran y les parezca que va con lo que fueron mis gustos en vida.
Si quieren extrañarme son libres de hacerlo pero les ruego que no lo hagan con tristeza, pues eso agobiaría mi alma allí donde se encuentre. Los amo demasiado como para que la última de mis acciones les agregue un dolor a sus vidas.
Ah, espero que lo cumplan, porque ya saben lo pesada que me pongo cuando se me contradice.
Los amo más de lo que suponen
PD: Adiós tía Dolores. Mi homenaje para usted, mujer valiente, generosa y solidaria. Gracias por dejarme el ejemplo de su vida, de su fortaleza y la luz de su sonrisa.
16 comentarios:
Me gusta. Porque los velorios tradicionales son demasiado tristes. E igualmente... se cuentan chistes por lo bajo "para aflojar la tensión" así que... mejor darles permiso antes y que se diviertan (y escuchen rock!!!)y recuerden al que se fue con una sonrisa. :)
Yo pediría que fueran tirando mis cenizas por todos los lugares que hubiera querido conocer y no pude. O los que pude conocer y más me gustaron.
Besosss.
Amiga mia, lo de la fiesta es brillante como todo lo tuyo. Fabuloso, desbordante y no se cuantas cosas mas podría decir sobre tu público testamento.
Bicos
Me has conmovido rapaza. Y estoy de acuerdo contigo en eso de evitar los velatorios, que son más para cumplir con los vivos que para homenajear al muerto.
Besos
Coincido contigo en todo, Carmiña, como siempre. Y no te olvides de convocarme a esa fiesta en tu honor, incluso si estoy más allá que acá no te fallaré! Pero no hace falta que nos dejes para esparcir tu alma, en forma de cenizas, hasta los rincones y gentes que amas, ya lo estás haciendo en vida a través de tu literatura. Bicos e mil gracias de novo!
PD: Un brindis especial por Dolores, por su ejemplo.
A Julia:
Es muy buena la idea de tirar las cenizas en los lugares que no conocimos, de alguna manera allí estaremos.
Un besote inmenso
A María Dolores:
Gracias amiga y compañera de fiestas, hasta la última.
Biquiños
A Martín:
Gracias y muy buena tu reflexión.
Más besos
A Sabela:
Querida amiga de mis Caminos, por supuesto que te quiero en mi fiesta, no podrías faltar.
Unha colleita de apertas rapaciña
la verdad que no veo a la familia bailando, no salimos muy danzarines pero vocacion de borrachos no nos falta,jaj, prometo que intentare una muñeira aunque me cueste un pie esguinzado, o dos
PIL
el que te debe la vida
Gracias Pil, mi "pequeño", sabía que podía contar contigo.
Mil besos y mi amor para ti
¡Caray! Por un momento creí que estaban pasando una película de Kusturica :O)
Genial idea y un texto alegre y brillante. Me apunto. ¿Hay que ir de etiqueta? Lo digo porque yo prefiero ir como siempre, con mis vaqueros y mi camiseta negra. Nada de corbatas.
Bicos
Me emocioné como un tonto(y eso que no te has muerto).
Si quieres te envío a Justiniano, tranquila, es gratis, yo corro con los gastos.
Besos.
Coincido con Pil, no veo a la familia bailando, pero se puede contratar a profesionales, realmente estaba pensando an Ataque 77 , creo que Pil estaria de acuerdo. Tambien te acompaño con una muiñeira y cuanquier joda.
Pensa que si debes a la AFIP una parte de las cenizas son para ellos, el resto si puede repartirse entre España o donde sea. Por mi parte no conozco Moscu, asi que una parte las puedo llevar alla.
A Javi:
Con tus vaqueros y tu camiseta negra estará más que bien. No me gustan las formalidades.
Un biquiño
A Toro salvaje:
Me emociona tu emoción. Y que venga Justiniano me encantará.
Un besote
A Camilo:
Después de unas cuantas copas no me dirás que bailarán hasta sin música.
En cuanto a la AFIP, no le debo nada, así que guarda esa parte de las cenizas para algo mejor que llevarlas a ¿¿Moscú?? El que quiere ir a Moscú eres tú, hermanito, yo ni de muerta. Hace mucho frío y el vodka no me sienta bien...
Besotes mil
Te ha salido un homenaje de lo más vitalista. Seguro que tu tía se lo merecía.
Un abrazo.
Precioso testamento y preciosa dedicatoria para tía Dolores. Parece que las mujeres de la familia teneis muchas virtudes porque las de ella ¿no te adornan a ti también?
Bicos.
P.D. Quizá algún día me decida a escribir mi testamento. Me has dado una idea. Grazas
jeje, yo me apunto a un velorio asi tambien. abrazos carmen, gracias por tus amables palabras en mi blog.
Carmen, yo quiero lo mismo para mi materia muerta. Desde un otro sitio, estaré mirando la fiesta que despide el fin de un ciclo, sé que el amor que he dado y he recibido me acompañarán y espero que los que queden tras mi partida, mi descendencia y la descendencia de mi descendencia contribuyan a la tarea de la evolución que, creo, es el sentido vital de nuestro paso por el planeta.
Un abrazo!
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