lunes, 9 de noviembre de 2009

Mi testamento público

Muchas veces le he dicho a mi familia lo que quisiera que hagan con mi cuerpo cuando muera, pero siempre con palabras al aire, y como tal son tomadas, ya que a nadie le gusta escuchar hablar de la muerte.
Ante un hecho que me ha tocado vivir en estos días tomé la firme decisión de dejar por escrito cómo quiero que me traten cuando mi vida llegue a su fin, que espero que sea dentro de muchos años.

A mi familia, a mi pareja, es decir,
a mis amores:


En cuanto mi alma abandone el cuerpito que Dios me dio, éste será convertido en cenizas inmediatamente y puesto en una caja transparente (recuerden que soy claustrofóbica) que presidirá la fiesta que me será dedicada.
Porque quiero una fiesta y no un velatorio como despedida de la que fue mi vida terrenal. A esta reunión festiva concurrirá la gente que me haya amado (poco, mucho, no importa pues no vamos a andar midiendo el cariño) y que sientan que mi paso por sus vidas les dejó una huella de amor, de simple afecto y de mucha alegría.
Deseo que en una pantalla grande se pasen imágenes de mí, feliz, emocionada, contenta y riéndome a carcajadas como me gusta (el presente es obvio, todavía estoy por aquí y no puedo verme en pasado) y rodeada de mi familia, de los seres que amo, es decir de “mis amores”, como yo les digo. También quiero música: rock, algún bolerito, el sonido de una gaita, que no falte la pandereta, una rumbita catalana, pero siempre bien arriba el ánimo, que esto-aquello no es-será un velatorio, repito.
Si quieren bailar, me encantaría que lo hicieran, pues ya saben lo que me gusta mover el esqueleto al compás de la música. Y algo para comer no viene mal en una fiesta que se precie, pero sobre todo lo que no tiene que faltar en generosas cantidades es un buen vino para brindar por mí, por los presentes, por los ausentes, por la vida, por lo que quieran pero siempre bien arriba esa copa, que mi paso por este mundo merece un brindis y no una lágrima, creo yo. Y los que no piensen lo mismo que se vayan a un velorio de cuerpo presente, llantos sin fin y mucho café.
Luego, cuando lo crean conveniente, esparcirán una parte de mis cenizas allí donde nací, en el monte alfombrado de helechos, flores y árboles que dan sombra, cerquita si es posible donde también está mi madre. Lo que quede (lo dejo a vuestra consideración, que otro remedio me queda) lo esparcirán donde quieran y les parezca que va con lo que fueron mis gustos en vida.
Si quieren extrañarme son libres de hacerlo pero les ruego que no lo hagan con tristeza, pues eso agobiaría mi alma allí donde se encuentre. Los amo demasiado como para que la última de mis acciones les agregue un dolor a sus vidas.
Ah, espero que lo cumplan, porque ya saben lo pesada que me pongo cuando se me contradice.
Los amo más de lo que suponen

PD: Adiós tía Dolores. Mi homenaje para usted, mujer valiente, generosa y solidaria. Gracias por dejarme el ejemplo de su vida, de su fortaleza y la luz de su sonrisa.

16 comentarios:

Julia dijo...

Me gusta. Porque los velorios tradicionales son demasiado tristes. E igualmente... se cuentan chistes por lo bajo "para aflojar la tensión" así que... mejor darles permiso antes y que se diviertan (y escuchen rock!!!)y recuerden al que se fue con una sonrisa. :)
Yo pediría que fueran tirando mis cenizas por todos los lugares que hubiera querido conocer y no pude. O los que pude conocer y más me gustaron.

Besosss.

María Dolores dijo...

Amiga mia, lo de la fiesta es brillante como todo lo tuyo. Fabuloso, desbordante y no se cuantas cosas mas podría decir sobre tu público testamento.
Bicos

Martín dijo...

Me has conmovido rapaza. Y estoy de acuerdo contigo en eso de evitar los velatorios, que son más para cumplir con los vivos que para homenajear al muerto.
Besos

Sabela dijo...

Coincido contigo en todo, Carmiña, como siempre. Y no te olvides de convocarme a esa fiesta en tu honor, incluso si estoy más allá que acá no te fallaré! Pero no hace falta que nos dejes para esparcir tu alma, en forma de cenizas, hasta los rincones y gentes que amas, ya lo estás haciendo en vida a través de tu literatura. Bicos e mil gracias de novo!
PD: Un brindis especial por Dolores, por su ejemplo.

Carmen Graña Barreiro dijo...

A Julia:
Es muy buena la idea de tirar las cenizas en los lugares que no conocimos, de alguna manera allí estaremos.
Un besote inmenso


A María Dolores:
Gracias amiga y compañera de fiestas, hasta la última.
Biquiños


A Martín:
Gracias y muy buena tu reflexión.
Más besos


A Sabela:
Querida amiga de mis Caminos, por supuesto que te quiero en mi fiesta, no podrías faltar.
Unha colleita de apertas rapaciña

pil dijo...

la verdad que no veo a la familia bailando, no salimos muy danzarines pero vocacion de borrachos no nos falta,jaj, prometo que intentare una muñeira aunque me cueste un pie esguinzado, o dos

PIL

el que te debe la vida

Carmen Graña Barreiro dijo...

Gracias Pil, mi "pequeño", sabía que podía contar contigo.
Mil besos y mi amor para ti

Anónimo dijo...

¡Caray! Por un momento creí que estaban pasando una película de Kusturica :O)

Genial idea y un texto alegre y brillante. Me apunto. ¿Hay que ir de etiqueta? Lo digo porque yo prefiero ir como siempre, con mis vaqueros y mi camiseta negra. Nada de corbatas.

Bicos

TORO SALVAJE dijo...

Me emocioné como un tonto(y eso que no te has muerto).
Si quieres te envío a Justiniano, tranquila, es gratis, yo corro con los gastos.

Besos.

SEO Advisor dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Camilo dijo...

Coincido con Pil, no veo a la familia bailando, pero se puede contratar a profesionales, realmente estaba pensando an Ataque 77 , creo que Pil estaria de acuerdo. Tambien te acompaño con una muiñeira y cuanquier joda.
Pensa que si debes a la AFIP una parte de las cenizas son para ellos, el resto si puede repartirse entre España o donde sea. Por mi parte no conozco Moscu, asi que una parte las puedo llevar alla.

Carmen Graña Barreiro dijo...

A Javi:
Con tus vaqueros y tu camiseta negra estará más que bien. No me gustan las formalidades.
Un biquiño


A Toro salvaje:
Me emociona tu emoción. Y que venga Justiniano me encantará.
Un besote


A Camilo:
Después de unas cuantas copas no me dirás que bailarán hasta sin música.
En cuanto a la AFIP, no le debo nada, así que guarda esa parte de las cenizas para algo mejor que llevarlas a ¿¿Moscú?? El que quiere ir a Moscú eres tú, hermanito, yo ni de muerta. Hace mucho frío y el vodka no me sienta bien...
Besotes mil

Raúl dijo...

Te ha salido un homenaje de lo más vitalista. Seguro que tu tía se lo merecía.
Un abrazo.

fonsilleda dijo...

Precioso testamento y preciosa dedicatoria para tía Dolores. Parece que las mujeres de la familia teneis muchas virtudes porque las de ella ¿no te adornan a ti también?
Bicos.

P.D. Quizá algún día me decida a escribir mi testamento. Me has dado una idea. Grazas

JAUD dijo...

jeje, yo me apunto a un velorio asi tambien. abrazos carmen, gracias por tus amables palabras en mi blog.

Eva Magallanes dijo...

Carmen, yo quiero lo mismo para mi materia muerta. Desde un otro sitio, estaré mirando la fiesta que despide el fin de un ciclo, sé que el amor que he dado y he recibido me acompañarán y espero que los que queden tras mi partida, mi descendencia y la descendencia de mi descendencia contribuyan a la tarea de la evolución que, creo, es el sentido vital de nuestro paso por el planeta.

Un abrazo!

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