Carta te debo, 2010, y carta te escribo mientras me asomo a las páginas vírgenes de tu calendario.
Pero antes de traspasar tu frontera —si me permites— quisiera despedirme de tu antecesor 2009, cuya última hoja, amarilla y silente se descuelga del árbol del tiempo mientras yo lo miro alejarse con profunda nostalgia de los buenos momentos que compartimos. Y de los malos, que también los hubo, espero haber aprendido algo, o por lo menos lo suficiente como para llegar a ti, 2010, siendo más humilde, más sabia, más tolerante, mejor persona.
Traigo conmigo algunos años gastados y otros desgastados. También traigo las lecciones que aprendí y las que no voy a aprender. Algunos defectos corregidos y otros que jamás corregiré porque no le hacen mal a nadie y porque son mi señal de identidad, es decir: “ésta soy yo, y me gustaría que me aceptes y me quieras así como soy”. Que no se puede cambiar tanto, de lo contrario no nos reconoceríamos.
No quisiera hacerte promesas que quizás no pueda cumplir, pero te doy mi palabra que intentaré, desde mi más profunda fe, saborear mejor que nunca el licor de la vida. Te beberé a tragos esperanzados y abriré los brazos en cada amanecer para recibir cada minuto de tus horas.
Procuraré sumergirme en una osadía sin límites que me permita imaginar un mundo sin víctimas, que la soledad puede tener música y la música, silencio y que a la tristeza se la puede pintar de azul, y que es posible sonreír y llorar al mismo tiempo, escuchar con los ojos y abrazar con el corazón.
Carta te escribo 2010, mientras pongo una bisagra entre el desánimo y la esperanza de enterarme que la lotería tocó en el barrio del corazón de los hombres y mujeres que esperan por ti para abrazarte y ser felices, y de que mi lugar en el mundo no está completo sin mí.
Me aferraré con pasión al deseo de ser estúpidamente feliz, inteligentemente feliz, absurdamente feliz, inconscientemente feliz, tercamente feliz, porque se me da la gana. Sé que echaré de menos lo que nunca tuve y también lo que perdí, que muchas veces se me disparará el tedio y la impotencia, pero aún así acostaré mi afán entre tus sábanas inmaculadas y me dejaré abrazar por la ilusión, mientras escribo el mejor verso de amor en la arena de aquella playa donde arriban los barcos que nunca parten.
Te prometo (¡ya estoy prometiendo!) pintar en la vorágine de tus páginas los días grises con el arco iris de la imaginación, que el futuro será un tiempo verbal conjugado solamente en presente, y que reivindicaré las pasiones que duran toda la vida.
Carta te escribo, 2010, donde yo solamente pongo el remitente y tú, la esperanza.
Pero antes de traspasar tu frontera —si me permites— quisiera despedirme de tu antecesor 2009, cuya última hoja, amarilla y silente se descuelga del árbol del tiempo mientras yo lo miro alejarse con profunda nostalgia de los buenos momentos que compartimos. Y de los malos, que también los hubo, espero haber aprendido algo, o por lo menos lo suficiente como para llegar a ti, 2010, siendo más humilde, más sabia, más tolerante, mejor persona.
Traigo conmigo algunos años gastados y otros desgastados. También traigo las lecciones que aprendí y las que no voy a aprender. Algunos defectos corregidos y otros que jamás corregiré porque no le hacen mal a nadie y porque son mi señal de identidad, es decir: “ésta soy yo, y me gustaría que me aceptes y me quieras así como soy”. Que no se puede cambiar tanto, de lo contrario no nos reconoceríamos.
No quisiera hacerte promesas que quizás no pueda cumplir, pero te doy mi palabra que intentaré, desde mi más profunda fe, saborear mejor que nunca el licor de la vida. Te beberé a tragos esperanzados y abriré los brazos en cada amanecer para recibir cada minuto de tus horas.
Procuraré sumergirme en una osadía sin límites que me permita imaginar un mundo sin víctimas, que la soledad puede tener música y la música, silencio y que a la tristeza se la puede pintar de azul, y que es posible sonreír y llorar al mismo tiempo, escuchar con los ojos y abrazar con el corazón.
Carta te escribo 2010, mientras pongo una bisagra entre el desánimo y la esperanza de enterarme que la lotería tocó en el barrio del corazón de los hombres y mujeres que esperan por ti para abrazarte y ser felices, y de que mi lugar en el mundo no está completo sin mí.
Me aferraré con pasión al deseo de ser estúpidamente feliz, inteligentemente feliz, absurdamente feliz, inconscientemente feliz, tercamente feliz, porque se me da la gana. Sé que echaré de menos lo que nunca tuve y también lo que perdí, que muchas veces se me disparará el tedio y la impotencia, pero aún así acostaré mi afán entre tus sábanas inmaculadas y me dejaré abrazar por la ilusión, mientras escribo el mejor verso de amor en la arena de aquella playa donde arriban los barcos que nunca parten.
Te prometo (¡ya estoy prometiendo!) pintar en la vorágine de tus páginas los días grises con el arco iris de la imaginación, que el futuro será un tiempo verbal conjugado solamente en presente, y que reivindicaré las pasiones que duran toda la vida.
Carta te escribo, 2010, donde yo solamente pongo el remitente y tú, la esperanza.
OS DESEO UNA GRAN COSECHA
DE PAZ Y FELICIDAD PARA EL REDONDITO
2010
DE PAZ Y FELICIDAD PARA EL REDONDITO
2010
13 comentarios:
Extraordinaria carta.
Que el 2010 te llene de esperanza.
Feliz Año Nuevo.
Besos.
Xenial proposta. Ogallá que sexa unha boa colleita.
Ledicia e disfrute para o 2010
Así sea, carmen. Aprenderé de tí a recibir y convivir con este nuevo año. Un abrazo muy fuerte.
Mi querida carmen: Feliz Año y que venga repleto de paz, salud y esperanzas que se cumplan.
Mil besos y mil rosas.
Unha aperta ben forte e meus mellores desexos para o 2010.
Bicos
2010 rules.
Me encantó tu carta Carmen!!!
Una carta muy sincera donde me sentí identificada en muchas cosas que escribiste!!!
Ojala este año, haya comenzado para ti como lo esperabas... siempre digo que somos nosotros quienes trazamos el camino... no importa con que nos encontremos... habra de todo... pero siempre debemos andar... siempre!!!
Mil besos llenos de luz para ti cielo!!!
Es una carta inolvidable, desde el corazón y con maestría de escritora. Con tu permiso, y siempre citándote, la tendré entre mis escritos preferidos. Que Dios te guarde siempre. Besos
Año nuevo, vida nueva. Quizá no se trate de dar un giro de 180º, sino de intentar mejorar en cada faceta diaria y no escudarnos tras lo de "la vida es así" para querer justificar acciones y lavar conciencias. La vida, los años, los días, son lo que decidamos hacer con ellos. Yo pido al 2010 sabiduría para decidir lo correcto, para asumir los errores y suerte para seguir contando con gente que tiende su mano y su talento para ayudar a los demás. Xente coma tí, Carmiña!
Carmen, los mismos deseos para ti.
Un abrazo.
Excelente tu texto y bonito blog,
un placer pasar por tu casa
que tengas un feliz fin de semana
un abrazo
RMC
Es muy buena carta.
No solo visualmente, sino por su contenido.
Salud!
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