martes, 23 de marzo de 2010

Mi espejo amigo

“¿Por qué no pones un espejo en la pared de entrada al piso? El que llegue se verá reflejado de cuerpo entero, y tú misma te echarás una mirada cuando entres o salgas para que todo esté en su lugar”.
Bueno, hay ciertas cosas que necesitan algo más que un espejo para mantenerlas en su lugar, pensé mientras escuchaba a mi amiga Isa, que siempre encuentra soluciones para todo.
El caso es que la idea prendió enseguida en mi cerebro mutante, igual que mi casa —como no podría ser de otra manera—, testigo de muebles que cambian de aquí para allá, objetos que desaparecen para dar paso a otros, y un largo etcétera.
La pared en cuestión es el comienzo del corredor que lleva a los dormitorios, y apenas abrir la puerta de entrada uno se encuentra con ella. Es curioso pero siempre estuvo vacía de adorno alguno. Es que estaba esperando por “este” espejo, deduje cuando hace unos días lo vi colgado frente a la puerta.
Es muy cómodo porque antes de marchar me miro de frente, de espalda, me acomodo la ropa, el pelo, y hasta me sonrío a mí misma. Así comenzó mi especial relación con el espejo del pasillo. No me pasa lo mismo con el espejo que tengo en el dormitorio, con el que no me llevo bien. Siempre me encuentro algo que no me gusta. Con el que está en el cuarto de baño tenemos una relación ambivalente de amor – odio. Hay días que me veo bien y otros —sobre todo por las mañanas— que me surge preguntarle a la que veo reflejada: ¿y tú quién eres?
El caso es que el espejo del corredor es amable y siempre me devuelve mi mejor sonrisa, como me pasó ayer, que antes de cerrar la puerta me encontré despidiéndome con la mano en alto de la mujer del espejo, como si fuera una entrañable amiga que quedaría allí, atrapada en el cristal, esperando mi regreso.
"Eso no está mal —me dijo Isa con cara de preocupación— pero si algún día le hablas y ella, la del espejo, te contesta, entonces tenemos un problema".
¿Será para tanto?

8 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Te despediste de la mujer del espejo?

Vaya.
Seguro que se puso muy contenta por tu amabilidad.

Besos.

Malena dijo...

Mi querida carmen: Yo también tengo una relación muy especial con mis espejos y es que con unos me llevo mejor que con otros. Debe ser que alguno me tiene manía y a ese apenas lo miro porque sé lo que me va a decir pero el del holl...es maravilloso, nunca me dice una palabra más alta que otra y es el que siempre miro antes de salir a la calle pero antes de salir, le tiro un beso y es que se lo merece por comprensivo. :)

Mil besos y mil rosas, Carmen

ALBINO dijo...

El espejo grande, lo tengo en el ascensor. All´çi es donde todos podemos vernos de cuerpo entero, y la vezdad en mi caso, no se el motivo, porque no vale la pena. Como mucho puedo descubrir que me puse un zapato negro y otro marron. Cosas que pasan.
Con el espejo que peor me llevo es con el del baño a la hora de afeitarme. Es un suplicio y añoro mis tiempos de joven hippie, con larga barba un tanto desarreglada.

Veo, por tu perfil, que tenemos vidas paralelas, quizá como las que describio plutarco. Yo tambien soy periodista y trabajé mucho en hispanoamerica, sobre todo en Uruguay, Chile y Argentina, donde, sumados, pasé ocho años. En tu pais coincidi con la guerra de las Malvinas.
Todo lo voy contando en mi blog de memorias.
Un cariño

fonsilleda dijo...

Supongo que a lo mejor,si algún día la imagen del espejo responde nuestra pregunta, nuestro saludo o duda el susto nos curaría de tantas cosas.
Estupendísimo texto.
Biquiños.

Raúl dijo...

Yo, durante un tiempo enfrentado con mi reflejo, opté por colocar un cuadro en lugar d eun espejo.

Chousa da Alcandra dijo...

Eu paso sixilosamente polos espellos. Míroos como unha ferramenta antes que un maquiavélico invento que reflicte a miña imaxe.
Non me recoñezo nos espellos, como tampouco nas imaxes das infernais cámaras de video. Eu son moito máis ghuapo, carallo!!!

Bicos reflexados

Isabel Barceló Chico dijo...

Desde luego, no todos los espejos nos reflejan igual. Por mi parte, prefiero uno que me "mejore" un poco... Además de ser buena idea para mirarte, los espejos dan profundidad y hacen aparecer más amplios los espacios. Vamos, un acierto. Besitos, guapa.

La sonrisa de Hiperion dijo...

El espejo... es un cabrón!

Saludos y un abrazo enorme.

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