viernes, 24 de octubre de 2014

Mis pies



Mis pies son los cimientos de mi alma andariega.
Ellos me llevan, me traen, me sostienen, me recuerdan que hay mucho por andar.
Mis pies han vagabundeado por mil caminos. Han trepado a los árboles, han saltado de piedra en piedra, han huido del miedo y también han corrido al encuentro de los abrazos.
Mis pies tienen música en cada dedo. Han bailado mucho, llevando el ritmo con otros pies, pero también danzaron solos, libres, soñando con huellas inexploradas.
Mis pies se han puesto de puntillas para recibir el primero beso, y también para no molestar el sueño de mis hijos y el de mis nietos.
Mis pies me han ayudado a patearles el trasero a las frustraciones y a los inevitables reveses de la vida.
Mis pies han dejado huellas imborrables, incluso en otros pies…
Amo mis pies. Ellos mantienen mi equilibrio cuando las emociones me desequilibran. Acompañan mis triunfos y me impulsan en los fracasos: “no te detengas, sigamos caminando… Un paso, dos, tres… Sigue, que la vida es movimiento”, dicen mis pies aun cuando se sientan cansados y hasta doloridos. Mis pies no se rinden. Y yo tampoco…
Algún día mis pies me llevarán nuevamente al Camino de Santiago.

2 comentarios:

Alicia. dijo...

Hermosa descripción de tus pies que coparto con vos,y ojala pronto te vuelvan a llevar al camino,y pueda acompañarte.Cariños Carmen.

Carmen Graña Barreiro dijo...

Nada me gustaría más que tenerte de compañera en el Camino, Alicia. Bicos querida vecina y amiga.

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